II TAULA D´INTERCANVI - RESUMEN

Nos ponemos en marcha para organizar la segunda edición de la mesa de intercambio de Bellvei. ¿porqué Bellvei? Porque allí encontramos el sitio ideal en un bar-restaurante enclavado en lo que fue una cantera de "suldó" o "sauló", no se muy bien, que es una caliza pulverulenta que se usa en construcción, con abundantes fósiles marinos. Dispone de aparcamiento y mucho terreno para que los críos correteen sin ningún peligro, y, porqué no decirlo, porque el año pasado nos trataron fantásticamente. Si miráis www.lacanterabikerbar.com en Internet podréis ver algunas imágenes generales del lugar y como llegar.

Este año sí, tenemos cartel. 

Participantes
(si estuviste y tu nombre no aparece, no es culpa más que de mi mala memoria, sorry)

Por orden de... ¿entropía?
Catalina Restrepo
Angel87
Sergio Evangelio
Ricard Ruiz
Héctor (Fritet79)
Jesús Franquesa
Jorgina
Joaquín Riera
Picapiedra
Marc C
Adrián Pesudo
Carlos TarínJuan Mari Pérez
Honorio Ramón
Vicente Marhuenda
Soldevilla (claro...)
...

Epílogo y fotos
A todo le llega el momento y a la mesa le llegó. Después de una semana de lluvias a veces hasta torrenciales, el sábado amaneció completamente despejado y nos pudimos juntar un grupito de piedreros con muy buen ambiente. La mesa la montamos bajo unos entoldados de plástico blanco que daba una luz fantástica para ver los minerales y tuvimos espacio más que suficiente para que los veintitantos que nos dispusimos para el trapicheo tuviésemos superficie donde extender nuestro top manta mineral.

En esta vez quiero reseñar el esfuerzo de desplazamiento que hicieron compañeros como Pablo, que vino desde Cantabria, Adrian, Tarin, Honorio, Marhuenda... No es mi intención dar un listado de los que vinieron, pero si agradecerles especialmente el viaje de cientos de Km. para proporcionarnos un rato de muy buena compañía.

En cuanto a piezas, este año se notó y mucho el nivel. Unas estroncianitas impresionantes, cuarzos azules y naranjas, la mejor calcita que he visto nunca de El Papiol, abundancia de yesos de varias localidades, vesubianas y granates de Hortsavinyà, que no se donde se escondieron cuando yo estuve en esa mina... pero las piezas, a pesar de que yo me traje unas cuantas pequeñas maravillas para casa, son lo de menos. Lo que me hace feliz es el ambiente tan relajado, la cantidad de piezas que se regalaron sin más, tanto a aficionados como a niños y mayores que se acercaron a curiosear y el poder ponerte a comer a las 2 de la tarde y acabar la sobremesa casi a las 6... El único punto que me descoloca es el intento de mercadear en maleteros... no lo entiendo, ¿tan feas eran las piezas que les daba verguenza enseñarlas en público? Si esta debe ser de las pocas mesas en la que sólo se hace regalo e intercambio, y cada uno aporta y enseña lo que buenamente puede... en fin. El año que viene, posiblemente más. Hasta entonces.

Os dejo unas fotos. No son mias, me dejé la cámara en casa con los nervios... :D